Una patrulla de la comisaría de Santo Pipó que recorría la zona rural próxima al arroyo Ñacanguazú, halló este lunes cuatro bolsas con unos 200 kilos de marihuana ocultas en una zona de montes. Los policías detectaron una serie de trillos que partían desde un camino vecinal hacia el citado arroyo y comenzaron a recorrerlos. A unos 200 metros, tapadas con ramas secas, encontraron cuatro bolsas con “ladrillos” de marihuana.
Los investigadores estimaron que la carga fue dejada en ese lugar hace tres o cuatro semanas, ya que las hojas estaban totalmente secas. La droga estaba a unos 30 metros de la costa del arroyo y a unos ocho kilómetros del río Paraná. Según trascendió, la zona es considerada “caliente”, ya que habitualmente es utilizada para el cruce de drogas y cigarrillos desde Paraguay.
Los investigadores estimaron que la carga fue dejada en ese lugar hace tres o cuatro semanas, ya que las hojas estaban totalmente secas. La droga estaba a unos 30 metros de la costa del arroyo y a unos ocho kilómetros del río Paraná. Según trascendió, la zona es considerada “caliente”, ya que habitualmente es utilizada para el cruce de drogas y cigarrillos desde Paraguay.
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