El curso, del que participaron más de 50 colonos, consistió en la práctica de dos sistemas de recolección de propóleo; el primero con cajón trampa; y el segundo con sistema malla. Las explicaciones sobre cómo funcionan cada uno de ellos estuvo a cargo del ingeniero Horacio Currado, del Consejo Federal de Inversiones (CFI). El profesional desarrolló ambas teorías para que los productores misioneros puedan diversificar los productos devenido de la actividad apícola.
La charla, que se llevo a cabo en el Centro Integrador Comunitario de 25 de Mayo y cumplió con el objetivo del Programa provincial que tiene como objetivo producir miel y propóleo a escala comercial.
Además de la miel, el producto básico que se obtiene de la actividad apícola, el propóleo es otro de los productos interesantes que se pueden lograr. De allí la importancia de estas capacitaciones destinadas a los productores interesados en esta temática.
El propóleos tiene materias colorantes que son las más activas en la función antiséptica. Además de esta sustancia, contiene resinas, bálsamos y cera de abeja, aceites esenciales, polen y diversos materiales
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