Se logró acuerdo para un gobierno de unidad con Netanyahu a la cabeza


En total, el gobierno de unidad durará tres años; aunque, dada la volatilidad de la política israelí y las grandes tensiones que sin duda existirán dentro de la nueva alianza, el futuro parece incierto.

Más de un mes después de los comicios y ante la posibilidad de una cuarta elección consecutiva, el oficialista Likud y la principal fuerza opositora, la coalición Azul y Blanco, firmaron hoy un acuerdo para formar un gobierno de unidad con el premier Benjamin Netanyahu a la cabeza durante el primer año y medio.

El acuerdo estable un sistema de poder compartido, según el cual el actual primer ministro -en el poder desde hace más de una década- encabezará el gobierno durante la primera mitad, mientras que el líder de Azul y Blanco, el ex jefe del ejército Benny Gantz, lo reemplazará en el cargo durante los siguientes 18 meses.

En total, el gobierno de unidad durará tres años; aunque, dada la volatilidad de la política israelí y las grandes tensiones que sin duda existirán dentro de la nueva alianza, el futuro parece incierto.

"Evitamos una cuarta elección", celebró en Twitter el líder de Azul y Blanco, el ex jefe del ejército Benny Gantz, y prometió: "Mantendremos la democracia, lucharemos contra el coronavirus y nos ocuparemos de los ciudadanos de Israel. Tenemos un gobierno de emergencia nacional", agregó.

En la misma red social, Netanyahu también destacó que el gobierno acordado será uno de emergencia nacional.

"Le prometí al Estado de Israel un gobierno de emergencia nacional que trabajaría para salvar las vidas y la economía de los ciudadanos israelíes. Continuaré haciendo todo por ustedes, ciudadanos de Israel", escribió el premier, quien en las últimas tres elecciones quedó al borde de poder formar un gobierno propio junto con sus aliados ultranacionalistas y ultraortodoxos.



Los resultados de los últimos comicios no fueron tan diferentes a los de los anteriores; sin embargo, el nuevo empate virtual y su consecuente crisis política adquirió un nuevo significado en medio de la pandemia de coronavirus que ya infectó a más de 13.000 personas y mató a 164, según el último conteo de la Universidad de Johns Hopkins.

Aunque ni el Likud ni Azul y Blanco publicaron los detalles del acuerdo, medios locales informaron que Gantz comenzaría ocupando el cargo de ministro de Defensa, mientras Netanyahu se mantenga como primer ministro, según reprodujo la agencia de noticias EFE.

El resto de la distribución de las carteras del gabinete es aún un misterio. Netanyahu debe incluir a sus aliados de coalición -principalmente partidos ultranacionalistas y ultraortodoxos que apoyan mayores anexiones de territorios palestinos y beneficios para las comunidades religiosas en Israel-, mientras que Gantz sumará a sus socios.

Sin embargo, en este último caso los nombres o los partidos no están tan claros ya que la alianza electoral de Gantz sufrió un quiebre en las últimas semanas, justamente por su decisión de negociar con Netanyahu, el hombre que había funcionado de aglutinador de una parte de la oposición en primer lugar.
Anoche, miles de manifestantes, entre ellos el ex socio electoral de Gantz y ex ministro de Finanzas de Netanyahu, Yair Lapid, se concentraron en el centro de Tel Aviv para protestar contra el entonces inminente acuerdo de gobierno.

Los manifestantes acusaron a Netanyahu de utilizar la crisis generada por la pandemia para entronizarse en el poder y blindarse frente al juicio penal que enfrenta por corrupción, y a Gantz de abandonar sus promesas electorales.

"No se pelea a la corrupción desde adentro. Desde adentro, sos parte de ella", sentenció Lapid durante la protesta.

Mientras está claro que Lapid y su fuerza no participarán del nuevo gobierno de unidad, no está tan claro cómo sus denuncias y la movilización de anoche afectarán la decisión de sumarse al Ejecutivo de otros partidos fuertemente críticos de Netanyahu como el Laborismo.

El juicio contra Netanyahu está agendado para mayo próximo y tampoco está claro si el acuerdo de gobierno con Gantz incluye también un apoyo en el parlamento para garantizarle inmunidad, algo que la oposición hasta ahora se había negado a hacer.

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