Renunció secretario de vigilancia sanitaria en medio de la pelea de Bolsonaro con su ministro de salud

Jair bolsonaro
Las discrepancias entre Bolsonaro y Mandetta provocaron hoy la renuncia del secretario de Vigilancia Sanitaria, Wanderson de Oliveira, informada temprano por el Ministerio de Salud y luego rechazada.


La tensión entre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su ministro de Salud, Luiz Mandetta, por sus diferencias sobre el manejo de la pandemia de coronavirus sumó hoy un nuevo capítulo con la renuncia, finalmente rechazada, de un funcionario clave de esa área.

Mientras tanto, el país registró hoy la cantidad más alta de contagios de coronavirus en 24 horas, con 3.058, y por segundo día consecutivo el número diario de muertos superó los 200, por lo que el total de contagios era de 28.320 y el de decesos, de 1.736, informó esta noche el Ministerio de Salud.

Las discrepancias entre Bolsonaro y Mandetta provocaron hoy la renuncia del secretario de Vigilancia Sanitaria, Wanderson de Oliveira, informada temprano por el Ministerio de Salud y luego rechazada.
“Estamos juntos y continuamos juntos; él dijo que salía, yo le dije que no aceptaba, y aquí estamos; estamos juntos y saldremos juntos”, dijo Mandetta, junto a De Oliveira, en la conferencia de prensa diaria en la que las autoridades sanitarias publican el balance diario de la situación del coronavirus, informó la agencia de noticias EFE.

De Oliveira, quien coincide con Mandetta en recomendar la generalización de la cuarentena, a la que Bolsonaro se opone, anunció su decisión de renunciar y divulgó una carta al personal del Ministerio, en la que sostenía que “infelizmente, ha llegado el momento de la despedida”, según el diario digital local O Antagonista.El secretario reveló además una conversación con el ministro, en la que este supuestamente le dijo que su propia salida “está prevista para las próximas horas o días”, aunque sin saber cuál “será el momento exacto”, y subrayó en la nota que “la gestión de Mandetta se acabó”.

Los roces entre Bolsonaro y Mandetta comenzaron hace semanas y fueron agravándose al mismo ritmo con que el coronavirus se expandió en Brasil, especialmente en los estados San Pablo y Río de Janeiro, los más afectados.

Mientras Mandetta defendió las medidas de distanciamiento social y otras restricciones adoptadas por gobernadores, Bolsonaro las rechazó con el pretexto de que el efecto que tendrán sobre la economía será "peor" incluso que el coronavirus, al que que tildó de "gripecita".

La semana pasada, la salida de Mandetta del gobierno parecía un hecho, pero Bolsonaro debió dar marcha atrás luego de comprobar la oposición a esa decisión por parte de la mayoría de los miembros del gabinete y los presidentes de las dos cámaras del Congreso.
El ministro de Salud tensó aun más la relación con Bolsonaro el fin de semana, cuando dijo por televisión que los brasileños no sabían si creerle al presidente o a él, y exhortó al gobierno a mantener un “discurso único” frente al “enemigo común” de la pandemia.

Pese a todo, Mandetta -cuya popularidad más que duplica a la de Bolsonaro, según las últimas encuestas- había dicho que no se irá del gobierno si no lo echan, porque “un médico no abandona a su paciente”.

Sin embargo, esta noche relativizó esa posibilidad y dijo que podría dejar el cargo si ocurriera una de tres causas: “Si el presidente no quiere más mi trabajo, si eventualmente me enfermo y no puedo continuar, o si siento que mi trabajo ya no es necesario porque de alguna manera hemos superado este estrés”, explicó.

De hecho, Mandetta no ocultó las divergencias: “Eso no es desconocido; claramente hay diferencias”, dijo, e insistió en que su “única brújula” es trabajar con el criterio de “una intransigente defensa de la ciencia”.

“Parece que soy contra el presidente o el presidente es contra mí, pero solo tenemos visiones diferentes”, señaló el ministro y agregó: “No somos insustituibles; existen personas muy capacitadas y con experiencia” para ocupar eventualmente su puesto.

Por otra parte, Mandetta reiteró que, según las proyecciones de los expertos, el pico de la curva de contagios de coronavirus en el país ocurrirá entre mayo y junio, cuando las temperaturas serán más bajas y esa enfermedad coincidirá con las gripes típicas.


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