Es la conclusión de un estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda, que determina que en ese período se perdieron 246.652 puestos de trabajo. En porcentajes, las provincias más afectadas fueron Tierra del Fuego, San Luis y Formosa.
La industria, la construcción y el comercio fueron los sectores más afectadas en términos de empleo durante los últimos cuatro años, en los que se acumuló una perdida de 246.652 puestos, según un informe realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
De acuerdo al Observatorio que conduce el economista Santiago Fraschina, puntualmente, entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2019, se perdieron 170.166 puestos de trabajo en las Industrias manufactureras, mientras que fueron 39.366 en la construcción, y 37.120 en la rama de comercio y reparaciones.
La única excepción fueron los servicios comunitarios, sociales y personales, que registraron un alza de 4.482 trabajadores durante los últimos cuatro años, a pesar de una pérdida de 5.790 puestos laborales durante los últimos 12 meses.
En esa línea, el estudio evidencia que, en base a los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), sólo las provincias de Tucumán, con un alza del 2,8%; Jujuy, del 4,2%; y Neuquén, del 5,8%; manifestaron una evolución positiva en su masa de asalariados durante estos años, tanto del sector privado como del público.
"A diferencia de otros contextos recesivos, el mercado de trabajo tuvo menos capacidad de resistir a la merma en la actividad, en los últimos años. El punto de quiebre lo marcó el fin de 2017. A partir de entonces, la destrucción de empleo fue incesante y a velocidad creciente", especificó el estudio.
Sobre este aspecto se puso como ejemplo que si bien la caída laboral en el sector industrial fue permanente, "el del comercio en cambio se ve fuertemente afectado no antes de la crisis iniciada en marzo del 2018".
Al analizar los números de la actividad laboral entre noviembre de 2017 y de 2019, sumando todas las modalidades, es decir, incluyendo monotributistas, empleo doméstico y autónomos, hubo 195.614 trabajadores registrados menos.
En lo que respecta a la calidad del trabajo, en igual período se verificó un crecimiento de la adhesión al monotributo, con el alta de unas 31.294 cuentas en la modalidad contractual simplificada, una dinámica que también se repite entre los asalariados del sector público y los inscritos en el régimen especial de casas particulares.
Respecto de la distribución geográfica de la crisis laboral, entre 2015 y 2019, las provincias que más perdieron fueron la de Buenos Aires, donde se destruyeron 86.776 posiciones en cuatro años, es decir, el 4,4% de su masa asalariada, y la Capital Federal, con un volumen de 57.330 puestos menos en el mismo lapso, equivalente al 3,7% del total de trabajadores a sueldo.
Sin embargo, las provincias más afectadas a nivel del total de su masa salarial fueron las de Tierra del Fuego, con 10.379 puestos de trabajo menos (24,1% del total); San Luis, con 9.776 despidos (16,1%); y Formosa con 4.611 despidos (15,9%).
La industria, la construcción y el comercio fueron los sectores más afectadas en términos de empleo durante los últimos cuatro años, en los que se acumuló una perdida de 246.652 puestos, según un informe realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
De acuerdo al Observatorio que conduce el economista Santiago Fraschina, puntualmente, entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2019, se perdieron 170.166 puestos de trabajo en las Industrias manufactureras, mientras que fueron 39.366 en la construcción, y 37.120 en la rama de comercio y reparaciones.
La única excepción fueron los servicios comunitarios, sociales y personales, que registraron un alza de 4.482 trabajadores durante los últimos cuatro años, a pesar de una pérdida de 5.790 puestos laborales durante los últimos 12 meses.
En esa línea, el estudio evidencia que, en base a los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), sólo las provincias de Tucumán, con un alza del 2,8%; Jujuy, del 4,2%; y Neuquén, del 5,8%; manifestaron una evolución positiva en su masa de asalariados durante estos años, tanto del sector privado como del público.
"A diferencia de otros contextos recesivos, el mercado de trabajo tuvo menos capacidad de resistir a la merma en la actividad, en los últimos años. El punto de quiebre lo marcó el fin de 2017. A partir de entonces, la destrucción de empleo fue incesante y a velocidad creciente", especificó el estudio.
Sobre este aspecto se puso como ejemplo que si bien la caída laboral en el sector industrial fue permanente, "el del comercio en cambio se ve fuertemente afectado no antes de la crisis iniciada en marzo del 2018".
Al analizar los números de la actividad laboral entre noviembre de 2017 y de 2019, sumando todas las modalidades, es decir, incluyendo monotributistas, empleo doméstico y autónomos, hubo 195.614 trabajadores registrados menos.
En lo que respecta a la calidad del trabajo, en igual período se verificó un crecimiento de la adhesión al monotributo, con el alta de unas 31.294 cuentas en la modalidad contractual simplificada, una dinámica que también se repite entre los asalariados del sector público y los inscritos en el régimen especial de casas particulares.
Respecto de la distribución geográfica de la crisis laboral, entre 2015 y 2019, las provincias que más perdieron fueron la de Buenos Aires, donde se destruyeron 86.776 posiciones en cuatro años, es decir, el 4,4% de su masa asalariada, y la Capital Federal, con un volumen de 57.330 puestos menos en el mismo lapso, equivalente al 3,7% del total de trabajadores a sueldo.
Sin embargo, las provincias más afectadas a nivel del total de su masa salarial fueron las de Tierra del Fuego, con 10.379 puestos de trabajo menos (24,1% del total); San Luis, con 9.776 despidos (16,1%); y Formosa con 4.611 despidos (15,9%).
Comentarios
Publicar un comentario