El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, destacó el sábado que este nuevo plan busca definir "precios de referencia y ayudar a los consumidores a tener precios más accesibles". El programa fue creado por el kirchnerismo y continuó durante la presidencia de Mauricio Macri, incluso conservando su nombre, pero fue perdiendo relevancia hasta prácticamente desaparecer de las góndolas de los supermercados.
Las modificaciones introducidas en el listado de productos durante el macrismo y la falta de controles para garantizar su cumplimiento lo terminaron convirtiendo casi en una herramienta decorativa. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió el año pasado que entre las estrategias escogidas por las empresas para eludir el programa, con el aval oficial, sobresalieron el reemplazo permanentemente de productos, algunos de los cuales luego volvieron al listado con precios más caros, y la incorporación de segundas y terceras marcas, poco consumidas en el mercado y que ya no operan como precios de referencia dentro de las distintas categorías.
CEPA detalló que solo el 8,9 por ciento de los productos incluidos en la lista acordada en 2016 se mantuvieron hasta comienzos de 2019. “El reemplazo de productos tiene un efecto concreto: cuando salen del programa aumentan sensiblemente de precio. Y cuando reingresan, lo hacen con los aumentos incorporados”, advirtió el informe.
Durante el kirchnerismo, Precios Cuidados buscó limitar el margen de acción de las empresas formadoras de precios en el mercado de consumo masivo. El acuerdo alcanzaba a productos de primeras y segundas marcas porque el objetivo era oficiar como precios de referencia en las distintas alternativas de consumo, teniendo efecto por lo tanto sobre el resto de los precios de los productos de la competencia: si un producto representativo de una determinada categoría tenía un aumento de precios trimestral ubicado entre 2 y 3 por ciento, difícilmente otros productos y marcas, fuera del acuerdo, tuviera un incremento por encima de ese valor. Sin embargo, el Gobierno de macri modificó de raíz este funcionamiento habilitando la salida de los principales productos de distintos segmentos de consumo. En la línea de lácteos, desde mayo de 2016 ya no están las dos principales marcas del rubro –La Serenísima y SanCor, que representan el 80 por ciento del mercado– en lo que refiere a la leche en sachet.
PáginaI12
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