Oberá pasó un día y medio sin agua por la rotura de un caño

Por tercera vez en menos de dos meses, los habitantes de diversos puntos de la localidad quedaron sin el líquido vital. El corte se vio potenciado por las elevadas temperaturas
Por tercera vez en dos meses, la rotura de un acueducto de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) dejó sin agua potable durante más de 24 horas a los habitantes de diversos sectores de esta localidad.
La falla se detectó en la madrugada del domingo y fue necesario un corte total para reparar la avería. Si bien entrada la tarde del domingo el servicio se fue normalizando lentamente, ayer en ciertos barrios aún persistía el inconveniente y se multiplicaron las quejas de los usuarios.
Barrios como Villa Barreyro y Schuster, ubicados en la zona alta de la ciudad, padecieron la peor parte del extenso corte, ya que una vez solucionada la falla en el acueducto, hubo problemas con la presión del agua.
“A esta altura la situación es dramática y ni me quiero imaginar lo que será en enero y febrero que hace más calor”, fueron los rezongos más escuchados en los barrios.
“Otra vez dicen que fue el acueducto, pero a esta altura uno se pregunta si no es una excusa porque el agua no alcanza”, opinó Eduardo Fonseca, vecino del barrio Oberá VI.
Ante este panorama y más allá de la explicación oficial, vecinos y comerciantes de las zonas afectadas cuestionaron la falta de previsión de la Celo.
Debido a lo prolongado del corte, incluso para quienes disponen de tanques de reserva fue imposible absorber las demandas diarias, como tampoco realizar las tareas cotidianas.



La misma falla
Al igual que las averías anteriores, que también surgieron durante el fin de semana, el corte se vio potenciado por las altas temperaturas que se registraron en los últimos días. Las madres lamentaron que los niños pequeños más sufren las consecuencias por lo que debieron extremar los cuidados y proveerse de agua mineral.
“Nosotros tenemos tanque, pero somos seis en casa y en medio día se termina el agua, por más que uno cuide”, comentó Inés, vecina del barrio Schuster. “Para cocinar tenemos que comprar agua mineral y para bañarnos vamos a la casa de mi suegra, que vive sola”, agregó.



La explicación
Consultado al respecto, Julio Ansín, gerente de agua potable de la Celo, precisó que la falla en el acueducto número 2 se detectó el domingo, alrededor de las 2 mañana, cuando “se observó problemas de reserva en la cisterna de la planta y se decidió el cierre total de la distribución para encontrar la falla”.
Si bien a las 18 se habilitó el sistema, reconoció problemas en las zonas más altas hasta que se purguen las cañerías.
“Se está purgando pero no se logra sacar todo el aire y eso impide que pase el agua, ya que una vez que se vacía la cañería se hace muy difícil la purga”, explicó en la víspera, y desestimó que falte agua: “La cisterna está llena y las reservas completas”.
Respecto a las continuas fallas en el citado acueducto, Ansín detalló que tiene diez años de funcionamiento y se halla en plena vida útil.
Se trata de un caño de PVC, de 50 centímetros de diámetro interno y paredes de un centímetro y medio de espesor.
“Por el trabajo de la cañería existen corrimientos y eso hace que en algún punto se produzca una tensión y un corte lateral del caño. El problema es que no se puede determinar cuál es el caño que está trabajando mal hasta que se rompe”, reconoció.

(El Territorio)

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