El ministerio de Trabajo de la Provincia homologará hoy el entendimiento al que arribaron las partes. Pese a la dura crisis que atraviesa el mercado mundial de madera aserrada, la firma garantizó la continuidad laboral de los operarios por tres años, durante los cuales seguirán bajo el mismo convenio colectivo.
El ministerio de Trabajo de la Provincia homologará hoy un acuerdo que viene a poner fin a un conflicto que mantuvo en vilo durante varias semanas a la zona de Puerto Libertad. Tras un intenso proceso de conciliación, finalmente hubo un entendimiento entre la empresa Alto Paraná Sociedad Anónima, propietaria del aserradero Bosetti, y los representantes sindicales de los trabajadores madereros de la zona por la conversión de la planta industrial.
Tal cual se había planteado desde el comienzo de las negociaciones, la firma garantizó la continuidad laboral de todos los empleados, quienes seguirán cobrando lo mismo, según aseguró el subsecretario de Trabajo de Misiones, Juan Carlos Agulla.Los términos generales del acuerdo se terminaron de definir el viernes último, el mismo día se redactó el documento que pone en negro sobre blanco todos los puntos consensuados.
Ahora solo resta que las autoridades de la cartera provincial de Trabajo estampen su firma para que el conflicto quede definitivamente superado.Entre los puntos principales, Agulla destacó que Alto Paraná garantizó la continuidad laboral de todos los trabajadores por un período de tres años, durante el cual los empleados madereros seguirán incluidos en el mismo convenio colectivo aunque les toque desempeñar otro tipo de tareas.
Otro punto acordado es que aquellos que sean reubicados en áreas de la empresa distantes al lugar en el que venían trabajando les corresponderá un adicional proporcional a esa distancia.
Sin demanda
Los chispazos entre la conducción sindical de los trabajadores de la madera de la zona y la empresa, habían comenzado a inicios del año pasado, cuando Alto Paraná empezó a reducir los horarios de trabajo de la planta porque no conseguía vender la madera que producía el aserradero.
Según expusieron representantes de la compañía, la raíz del problema fue la crisis mundial, que golpeó duramente al sector de la construcción de Estados Unidos, principal comprador de los productos de los dos aserraderos que opera Alto Paraná en Misiones.
Con el mercado estadounidense en niveles récord de retracción - el país del norte pasó de construir 2,7 millones de viviendas en 2008 a medio millón un año después- a todos los aserraderos exportadores del mundo le costó mucho más colocar su producción y quienes sintieron más duramente los efectos negativos fueron las industrias ubicadas en las zonas, como Argentina, más alejadas de los grandes compradores de madera, ya que penalizan con un mayor costo de fletes.
En ese marco, la planta de Bosetti, aún produciendo a un tercio de su capacidad, acumuló en alrededor de un año y medio, la producción equivalente a un año entero, generando una pérdida de un millón de dólares por año.Desde la empresa debieron reconocer entonces que la continuidad del aserradero era inviable y buscaron alternativas para mantener los puestos de trabajo.
Con esa idea, plantearon la posibilidad de reubicar a parte de los empleados en otras áreas de la compañía e iniciar nuevos proyectos, como montar un nodo de logística que ofrezca servicios a los transportistas que pasan por la zona norte de la provincia, especialmente a aquellos que cruzan a Brasil a través del paso fronterizo Iguazú - Foz.
Aunque Alto Paraná siempre les garantizó la continuidad de sus fuentes laborales, la idea de que Bosetti dejara de funcionar sembró intranquilidad en los alrededor de 200 operarios que allí se desempeñaban.Esa intranquilidad los llevó a adoptar distintas medidas de fuerza, incluidos cortes de ruta intermitentes.
Paralelamente, el ministerio de Trabajo de la Provincia convocaba a la las partes a un proceso de conciliación, en el marco del cual se llevaron adelante reuniones en Puerto Libertad y en Posadas. El resultado de ese proceso fue el acuerdo que la Provincia homologará hoy.
El ministerio de Trabajo de la Provincia homologará hoy un acuerdo que viene a poner fin a un conflicto que mantuvo en vilo durante varias semanas a la zona de Puerto Libertad. Tras un intenso proceso de conciliación, finalmente hubo un entendimiento entre la empresa Alto Paraná Sociedad Anónima, propietaria del aserradero Bosetti, y los representantes sindicales de los trabajadores madereros de la zona por la conversión de la planta industrial.
Tal cual se había planteado desde el comienzo de las negociaciones, la firma garantizó la continuidad laboral de todos los empleados, quienes seguirán cobrando lo mismo, según aseguró el subsecretario de Trabajo de Misiones, Juan Carlos Agulla.Los términos generales del acuerdo se terminaron de definir el viernes último, el mismo día se redactó el documento que pone en negro sobre blanco todos los puntos consensuados.
Ahora solo resta que las autoridades de la cartera provincial de Trabajo estampen su firma para que el conflicto quede definitivamente superado.Entre los puntos principales, Agulla destacó que Alto Paraná garantizó la continuidad laboral de todos los trabajadores por un período de tres años, durante el cual los empleados madereros seguirán incluidos en el mismo convenio colectivo aunque les toque desempeñar otro tipo de tareas.
Otro punto acordado es que aquellos que sean reubicados en áreas de la empresa distantes al lugar en el que venían trabajando les corresponderá un adicional proporcional a esa distancia.
Sin demanda
Los chispazos entre la conducción sindical de los trabajadores de la madera de la zona y la empresa, habían comenzado a inicios del año pasado, cuando Alto Paraná empezó a reducir los horarios de trabajo de la planta porque no conseguía vender la madera que producía el aserradero.
Según expusieron representantes de la compañía, la raíz del problema fue la crisis mundial, que golpeó duramente al sector de la construcción de Estados Unidos, principal comprador de los productos de los dos aserraderos que opera Alto Paraná en Misiones.
Con el mercado estadounidense en niveles récord de retracción - el país del norte pasó de construir 2,7 millones de viviendas en 2008 a medio millón un año después- a todos los aserraderos exportadores del mundo le costó mucho más colocar su producción y quienes sintieron más duramente los efectos negativos fueron las industrias ubicadas en las zonas, como Argentina, más alejadas de los grandes compradores de madera, ya que penalizan con un mayor costo de fletes.
En ese marco, la planta de Bosetti, aún produciendo a un tercio de su capacidad, acumuló en alrededor de un año y medio, la producción equivalente a un año entero, generando una pérdida de un millón de dólares por año.Desde la empresa debieron reconocer entonces que la continuidad del aserradero era inviable y buscaron alternativas para mantener los puestos de trabajo.
Con esa idea, plantearon la posibilidad de reubicar a parte de los empleados en otras áreas de la compañía e iniciar nuevos proyectos, como montar un nodo de logística que ofrezca servicios a los transportistas que pasan por la zona norte de la provincia, especialmente a aquellos que cruzan a Brasil a través del paso fronterizo Iguazú - Foz.
Aunque Alto Paraná siempre les garantizó la continuidad de sus fuentes laborales, la idea de que Bosetti dejara de funcionar sembró intranquilidad en los alrededor de 200 operarios que allí se desempeñaban.Esa intranquilidad los llevó a adoptar distintas medidas de fuerza, incluidos cortes de ruta intermitentes.
Paralelamente, el ministerio de Trabajo de la Provincia convocaba a la las partes a un proceso de conciliación, en el marco del cual se llevaron adelante reuniones en Puerto Libertad y en Posadas. El resultado de ese proceso fue el acuerdo que la Provincia homologará hoy.
(MOL)
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