Mujeres de la CCC reclamaron liberación de detenidos

Dos de las cuatro mujeres que fueron brutalmente detenidas durante la represión del pasado viernes en la Plaza 9 de Julio de Posadas reclamaron esta mañana la inmediata liberación de los nueve integrantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) que aún permanecen presos.

Durante la conferencia de Prensa convocada por la organización que tuvo lugar en la sede de la Asociación de TRabajadores del Estado (ATE), Ana Fernández, del barrio A 3-2 de la capital provincial reclamó la libertad de su hermano Roberto Solari "y de todos los compañeros que injustamente siguen detenidos".

En diálogo con MSM, manifestó que "seguramente no los quieren largar porque están todavía muy golpeados"; mientras que Emilia Samana (41), vecina de la Chacra 101 -detenida y golpeada junto a su hija María Elena Márquez- expresó que "este gobierno recuerda a la dictadura, cuando a los que levantaban la voz perseguían, metían presos y torturaban".

Fernández recordó que el viernes fue testigo de las fuertes golpizas que efectivos de las fuerzas policiales propinaron a los hombres detenidos. Relató que al llegar a la Seccional Primera "vimos cómo maltrataban a nuestros compañeros, les pateaban mientras estaban tirados en el piso esposados. Les caminaban encima y pegaban como animales"

Añadió que su hermano "lloraba de dolor y los policías le decían 'maricón, gritá ahora'. Se burlaban de ellos y les querían hacer firmar un papel, cosa que no podían hacer, porque estaban esposados".

En tanto Samana contó que por las fuertes lesiones sufridas en los brazos, espalda y piernas, su hija no pudo asistir a la conferencia de prensa en la sede de ATE. "Está muy golpeada, mañana vamos a ir al hospital porque no se siente bien, tiene muchos dolores", señaló.

Marcas visibles

Fernández mostró marcas aún visibles en su cuerpo de las lesiones provocadas por la Policía durante la represión que tuvo como escenario la plaza principal de la capital provincial. Expresó que "me llevaron arrastrando de los cabellos, me rasparon las rodillas y lastimaron en distintas partes del cuerpo. Nos trataron como si fuésemos unos criminales, cuando lo único que hicimos fue reclamar trabajo".

Samana recordó que la represión se desató "cuando los policías comenzaron a meter mano por debajo de la pollera a algunas compañeras muy jovencitas. Los compañeros varones vieron eso, salieron a defenderlas y en eso la policía comenzó a golpear".

Contó que las cuatro mujeres detenidas fueron trasladadas inicialmente a la Seccional Primera, donde permanecieron alojadas durante cuatro horas.Allí no sufrieron nuevos maltratos físicos pero "no nos dejaron pasar al baño ni tampoco nos dieron agua cuando les pedimos", denunció.

"Siento una impotencia muy grande por esta situación. Ver tanta injusticia y no poder hacer nada es muy doloroso", dijo Emilia. Por su parte, Ana manifestó: "Las mujeres estamos decididas a seguir luchando porque la resistencia es lo único que nos queda. Estamos decididos y no nos van a frenar ni con golpes ni con amenazas. Sabemos que la violencia desde el Estado va a continuar, pero no lograrán dividirnos. Seguiremos unidos en la lucha, cuidándonos entre todos los compañeros".

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