Empleados de EMSA que no adhieren al paro atienden en oficina alternativa

Empleados de EMSA de la ciudad de Posadas que no adhieren a la medida de fuerza iniciada por Luz y Fuerza decidieron hoy abrir una oficina alternativa para atención al público, en calle Ayacucho entre Rioja y Entre Ríos. En esta oficina, que trabajará días hábiles en horario corrido, los trabajadores recepcionan y tramitan distintos reclamos y solicitudes atrasadas, como conexiones nuevas, reconexiones, impresión de facturas, etc. En tanto también recepcionan reclamos relacionados con el suministro eléctrico que son elevados a las áreas técnicas, a la espera de que el gremio asegure la prestación de los servicios mínimos según estipula la legislación en caso de huelgas en servicios públicos esenciales.

El grupo de empleados que trabaja en esta dependencia decidió hacerlo en un lugar alternativo a raíz de las presiones denunciadas por parte del gremio de Luz y Fuerza, y las intimidaciones de las que fueron víctimas por no adherir a la medida de acció directa. Pese a ello, en la mañana de hoy realizaron una denuncia policial en la Comisaría Primera por haber sido atacados en el lugar por otros trabajadores exaltados.

Por otra parte en la mañana de hoy se concretó la presentación formal ante el Instituto Nacional Contra la Discriminación y la Xenofobia y ante el Ministerio de Trabajo de la provincia en contra del Sindicato de Luz y Fuerza.
El pedido de formal intervención de ambos organismos se originó en un “COMUNICADO” del gremio que lleva la firma del Secretario General, Julio Héctor Rodríguez, y del Secretario Gremial, Virgilio Ladislao Vera, el cual fue colocado en distintos sectores públicos de la empresa EMSA, se “intima a los trabajadores que no se han plegado a la medida de fuerza dispuesta oportunamente a presentar ante esta Comisión Directiva, la nota donde expresen su renuncia como afiliados a nuestra entidad sindical”.
La comunicación formal del gremio completa el panorama de discriminación, intimidación y amenazas "de las que somos víctimas los que sí pretendemos ejercer nuestro derecho constitucional a a trabajar por no coincidir con la medida extrema planteada por el gremio, que afecta la prestación de un servicio básico elemental con directo perjuicio para la comunidad.
Paralelamente, también pretendemos seguir defendiendo nuestra afiliación al sindicato, puesto que toda organización debe ser respetuosa de las diversas opiniones, sin que debamos ser molestados por esta decisión" expresan en las notas.
"La violencia moral institucional ejercida por el Gremio al intimarnos a presentar la renuncia sólo refuerza un inconducente enfrentamiento entre compañeros de trabajo, enfrentamiento que esperamos no derive en situaciones más graves y que ya se manifestó con pintadas, panfletos injuriantes, neumáticos de automóviles particulares tajeados y piquetes en las salidas y entradas de los respectivos lugares de trabajo que nos impiden salir a dar respuestas a la comunidad", finalizan.

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