La escritura en los tiempos de internet: Los niños escriben menos y peor


Umberto Eco dijo que la mitad de los chicos italianos tiene problemas para escribir a mano. Los docentes argentinos lo admiten y se suman al debate. Por Tamara Smerling
El semiólogo italiano Umberto Eco encendió la alarma: dijo que la mitad de los chicos italianos tiene problemas para escribir a mano. Argumentó que se debe al uso de los teclados de las computadoras y los mensajes de texto por celulares, que alteraron el ritmo habitual del lápiz apretado sobre los renglones del cuaderno. El viejo adagio de las maestras de la primaria que decían a sus alumnos que escribir sólo con birome deformaba la escritura se hizo futuro hace rato. La lapicera Parker –con pluma y cartucho de tinta– y el papel secante por si manchaba era lo que se estilaba. Ahora no. “Mis alumnos sufren mucho porque les cuesta escribir en letra cursiva. Se dejó de lado la caligrafía, el dibujo, la motricidad fina de la palabra escrita a mano. La nueva ley de educación también dictaminó que se deje afuera todo lo que tiene que ver con recortar papeles, trozar con las manos, pegar y cortar palabras o dibujos, que ayudaba en los primeros grados a que los chicos desarrollaran mejor su escritura. Eso tiene relación con las nuevas tecnologías, que la deformaron, y con el efecto indeseado de la psicogénesis, en esa idea de dejar ‘libres’ a los chicos y que escriban ‘como puedan’ mientras se comuniquen de alguna manera”, dice Ana Arelovich, que es maestra de 2º y 3º grado de la Escuela Nº 77 “Pedro Goyena” de Rosario, a quien le cuesta que sus alumnos dibujen las “a” redondeadas o las “zetas” panzonas, con letra bien prolijita.

Sin embargo, el autor El nombre de la rosa piensa que la pulcritud de la escritura no garantiza que uno sea más o menos brillante ni que la falta de una materia como caligrafía mine el aprendizaje de una habilidad que “favorece la coordinación entre la mano y el ojo”. Irene Tomé, maestra de una primaria en Barracas, piensa parecido: “Les cuesta la letra cursiva porque tiene líneas más redondeadas y delicadas, contra la mayúscula que les es más fácil. No les exigimos que transformen su letra por estética, pero les pedimos que lo hagan si no es legible. Uno siempre escribe para otro y si no la entiende un compañero se dificulta la comunicación. Los docentes, en todo caso, lo conversamos desde ese lugar, porque uno puede tener una letra fea y escribir cosas maravillosas. En el caso de las nuevas tecnologías eso no sucede, porque la legibilidad está garantizada. En Italia será pertinente el comentario de Eco porque los alumnos tienen sus propias computadoras. En la Argentina la brecha digital es grande y a duras penas los chicos tienen un lápiz negro y un cuaderno para tomar apuntes en clases”.

La investigadora y coordinadora del posgrado de Lectura, Escritura y Educación de FLACSO, Andrea Brito, asegura: “La escritura a mano es una preocupación interesante porque gira alrededor de un aprendizaje de la escuela moderna como es la caligrafía, la ortografía y la composición, que fueron consideradas como parte del ‘correcto escribir’. Los adultos recordamos por eso las tareas de copias o de repeticiones de letras o de oraciones, incluso la carga moral que tiene el ‘hacer buena letra’. Si pensamos eso hoy hay dos alertas: la primera, leer los cambios que traen las nuevas tecnologías, evitando hacerlo en oposición a lo que pasa tradicionalmente en la escuela. El otro es que se da por supuesto un acceso masivo y universal a las nuevas tecnologías cuando en la Argentina no es así y, por el contrario, el cuaderno de clases, la carpeta o el lápiz es lo que sigue organizando la vida de la escuela. Quizás pensar el problema hoy implica no mirar los cambios desde el espanto sino desde las transformaciones de la cultura escrita, para iluminar los problemas y reactualizar la enseñanza del leer y el escribir. Escribir en papel, además, es dificultoso: basta con mirar a los chicos que les cuesta respetar los márgenes, escribir sobre los renglones, lo que implica una intervención adulta y una enseñanza específica pero que a veces es tildado como tradicional y queda un poco relegado en la hora de clases”.

Comentarios