"Hay un respeto en esta norma. Además de una cuestión de salud, está el respeto al otro, de no fumar sino quiero”, señaló la mandataria y agrego que “esta ley nos coloca en un país más saludable y mejor”.
Tras felicitar a “las organizaciones de la sociedad civil y todos los que han hecho posible la norma”, Fernández de Kirchner destacó que “esto es producto del convencimiento de las provincias que tienen fuerte producción tabacalera, que entendieron que no hay una afectación económica con esta Ley”.
A su turno, el titular de la cartera sanitaria nacional, dijo que “hoy es un día de júbilo para la salud del país, porque con la sanción y promulgación de esta Ley Nacional de Control del Tabaco, los argentinos estamos ganando calidad de vida, pero lo que es más importante, estamos generando mejores condiciones para el desarrollo saludable de las futuras generaciones”.
En su discurso, Manzur destacó que “la norma es fruto del trabajo persistente del Ministerio de Salud de la Nación, claramente intensificado desde 2003, en el inicio de nuestro proyecto político”. Al tiempo que reconoció “el accionar militante de decenas de organizaciones sociales y de sociedades científicas que batallaron para concientizar a la comunidad sobre los efectos nocivos del consumo del tabaco”.
Por su parte, el Ministro de Salud Pública de Misiones, José Guccione, destacó la decisión política nacional e indicó que el hecho es histórico en materia de salud. “En Misiones desde el 2003 venimos trabajando en el tema y hoy con la aprobación de esta ley vemos que se ha cumplido una de las metas más importantes que Argentina sea un país libre de humo”.
Principales alcances de la Ley Antitabaco
Luego de años de debate, el 1 de junio último la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción a esta normativa, la que durante años fue impulsada desde la cartera sanitaria nacional. Entre los aspectos más importantes, se destacan la disposición de ambientes de trabajo y de uso público libres de humo en toda la Argentina, sin excepciones; la prohibición de que las tabacaleras realicen publicidad, promoción y patrocinio con sus productos; la obligatoriedad de incluir advertencias sanitarias con imágenes en los paquetes de cigarrillos; y la prohibición de utilizar términos engañosos como “suave” o “bajo en nicotina”, los que generan la falsa idea de que existen cigarrillos más seguros para la salud.
Asimismo, la ley dispone la divulgación de la línea telefónica gratuita del Ministerio de Salud de la Nación (0800-222-1002) en los atados de cigarrillos, para ayudar a los fumadores a dejar este hábito; la prohibición de la venta de cigarrillos sueltos y a través de máquinas expendedoras; y la venta a menores de edad, entre otros puntos.
La problemática del tabaco
En la Argentina, el consumo de tabaco provoca la muerte de 40 mil personas al año (más de 100 por día) y de 6 mil fumadores pasivos. De estos fallecimientos, el 25% se produce a edades tempranas. A esta realidad debe sumarse la gran carga de discapacidad que genera el tabaquismo, lo que lleva a muchos enfermos a padecer una mala calidad de vida por años. Así, el consumo de tabaco ocasiona un enorme costo no sólo en vidas humanas, sino también en atención médica, ya que implica el 15% del gasto que se produce en salud.
El tabaco es el factor de riesgo de 6 de las 8 primeras causas de muerte en el mundo, como son las enfermedades isquémica cardíaca y cerebrovascular, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), la tuberculosis, el cáncer de pulmón y las infecciones respiratorias bajas, entre otras patologías.
Manzur explicó que “el humo de cigarrillo contiene más de 7000 sustancias tóxicas, de las cuales al menos 69 son cancerígenas. Hoy se sabe que su consumo, además de cáncer de pulmón, provoca muchísimas otras enfermedades, tales como cáncer de casi todos los órganos; ataques cardiacos; accidentes cerebrovasculares; enfermedad pulmonar severa; trastornos reproductivos como abortos o partos prematuros; infertilidad; impotencia y cataratas”.
Según los datos de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por la cartera sanitaria nacional en 2009, el 27,1% de los adultos fuma, valor que representa una disminución de casi 3 puntos respecto del 29,7% del año 2005.
Acerca del abandono de la adicción, un 43,7% de los 8 millones de fumadores que hay en el país ha hecho algún intento en el último año.
Por último, cabe destacar el amplio apoyo popular que hay respecto de los ambientes libres de humo, con un respaldo de más del 90% en las encuestas.
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