La lluvia obligó al Gobernador y casi todos sus ministros a realizar el acto en la escuela de la colonia Garuhapé Mi, a 12 kilómetros de la localidad de Garuhapé. Al poco tiempo de asumir su mandato, Closs inauguraba ese 11 de Enero de 2008, la flamante fábrica de aberturas y muebles, que con una inversión de casi 4 millones de pesos, daría trabajo a la sufrida colonia que venía de soportar las consecuencias del cierre de la fábrica de terciados y laminados Garumi, una década atrás; su única fuente de trabajo.
Todo estaba previsto para funcionar, la nave industrial, los equipos, la materia prima, la capacitación del personal con el Instituto Tecnológico de la Madera; además de asegurarse el destino de la producción: aberturas para el IPRODHA, bancos para las escuelas y camas para el flamante Plan Cucheta lanzado también en esa oportunidad.
Convenios con el Ministerio del Agro, el IFAI y el municipio de Garuhapé, garantizaban el éxito de la empresa. “Lo vamos a administrar con eficiencia”, “Tiene que ser una unidad modelo, . . .Lo que hoy estamos haciendo acá se replicará en otros puntos de la provincia.” aseguró el Gobernador Closs.
Pasaron 2 años desde entonces. Ninguna abertura o mueble salió de esa fábrica. Nadie esta trabajando allí. Las máquinas nunca fueron usadas, al menos en ese lugar y están deteriorándose irremediablemente antes de desaparecer.
Desde su inauguración, de los casi 50 puestos de trabajo prometidos, solo han trabajado tres serenos, que a través de una empresa privada de vigilancia, cuestan diez mil pesos por mes.
Que pasó? Que fuerzas ocultas conspiran para el fracaso de los anuncios hechos con tanto entusiasmo? Por qué se dilapidan los recursos escasos y la ilusión de la gente?
El Poder Ejecutivo y el IFAI tienen que dar explicaciones y revertir esta situación, que demuestra una desidia en la acción de gobierno, que afecta gravemente a una comunidad muy golpeada, pero también a la credibilidad de la acción que desde el Estado debe estar dirigida a fomentar el desarrollo de las actividades productivas, que no se reemplazan con planes y subsidios sin trabajo y por lo tanto se niega la dignidad que se requiere para el desarrollo social.
Otra vez, como ya sucede aún más dramáticamente en otras áreas, la realidad muestra una cara muy distinta a la ficción que se declama y los intereses electorales, dedicados a sostener el poder para la impunidad, parece la única política de estado clara, que dispone con ese fin los recursos y se olvida de la gente.
El despilfarro de los recursos públicos es corrupción, que más que los bienes del estado, se roba el futuro de muchos misioneros.
Fuente: Prensa Bloque UCR
Fuente: Prensa Bloque UCR
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