La Comisión Directiva del Partido Agrario y Social (PAyS) y su representación parlamentaria, de parte del diputado Héctor “Cacho” Bárbaro, manifestó que los valores fijados “por el kilogramo de hoja verde de yerba mate para lograr una mínima rentabilidad del sector no puede ser inferior a un peso, y lo más importante es que este precio se cumpla en toda la Provincia porque todos sabemos que desde el INYM o la Nación se establece un valor, y los industriales no lo pagan”.
En esa tónica, desde el PayS señalaron que “otro punto fundamental es solicitar al INYM que con los recursos obtenidos del estampillado se subsidien parte de las cargas tributarias al sector productivo, debido a los altos costos que inciden fuertemente en la rentabilidad y generalmente son trasladados hacia el eslabón más débil, que es el productor”.
“Consideramos que es necesario que se blanquee la situación del tarefero, pero que este blanqueo no sea amortizado por el productor: debería correr por cuenta del INYM. Respecto al sector de la molinería, que siempre reclama un aumento del precio en góndola y la quita del impuestos a los Ingresos Brutos, creemos que es necesario pero que tal incremento en la rentabilidad sea transferido hacia los sectores más frágiles de la cadena productiva -los productores y tareferos-, pero la realidad lo demuestra: cada vez que la yerba aumenta en góndola, la rentabilidad del productor es menor. Por ello, sostenemos que el Gobierno no puede estar ausente, con el fin de garantizar la igualdad y equidad de las ganancias del sector yerbatero”, detallaron desde el PayS.
Por último, remarcaron que “la dirigencia agraria debería estar a la altura de la circunstancias, posicionarse en lado correcto –de lo sectores más vulnerables y castigados del sistema- y trabajar desde la coherencia para no caer en el descrédito de los pares, producto de sus propias acciones o inacciones, como son llamarse a silencio cuando se discuten temas cruciales, aplaudir en los púlpitos oficiales, fotografiarse con los funcionarios de turno o emprender cuantiosos viajes pseudo promocionales”.
En esa tónica, desde el PayS señalaron que “otro punto fundamental es solicitar al INYM que con los recursos obtenidos del estampillado se subsidien parte de las cargas tributarias al sector productivo, debido a los altos costos que inciden fuertemente en la rentabilidad y generalmente son trasladados hacia el eslabón más débil, que es el productor”.
“Consideramos que es necesario que se blanquee la situación del tarefero, pero que este blanqueo no sea amortizado por el productor: debería correr por cuenta del INYM. Respecto al sector de la molinería, que siempre reclama un aumento del precio en góndola y la quita del impuestos a los Ingresos Brutos, creemos que es necesario pero que tal incremento en la rentabilidad sea transferido hacia los sectores más frágiles de la cadena productiva -los productores y tareferos-, pero la realidad lo demuestra: cada vez que la yerba aumenta en góndola, la rentabilidad del productor es menor. Por ello, sostenemos que el Gobierno no puede estar ausente, con el fin de garantizar la igualdad y equidad de las ganancias del sector yerbatero”, detallaron desde el PayS.
Por último, remarcaron que “la dirigencia agraria debería estar a la altura de la circunstancias, posicionarse en lado correcto –de lo sectores más vulnerables y castigados del sistema- y trabajar desde la coherencia para no caer en el descrédito de los pares, producto de sus propias acciones o inacciones, como son llamarse a silencio cuando se discuten temas cruciales, aplaudir en los púlpitos oficiales, fotografiarse con los funcionarios de turno o emprender cuantiosos viajes pseudo promocionales”.
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