Por Luis Viana
En los últimos días, gracias a la aparición de una serie de artículos periodísticos, la deuda pública de la Provincia ha vuelto a ser objeto de discusión.
El gobernador Maurice Closs y varios de sus funcionarios cruzaron e intentaron replicar –con ingeniosos juegos de palabras y cifras arrojadas al viento- las informaciones circulantes en los medios que daban cuenta de un sostenido incremento de la deuda pública de Misiones durante los últimos años. La argumentación oficial, tan instalada mediáticamente, es siempre la misma: que tanto esta gestión como la anterior no han aumentado las deudas provinciales, y que toda esa "mochila de plomo" se generó en la década de los ’90. Sin embargo, la realidad indica otra cosa.
Durante los ocho años de gobierno de Carlos Rovira, sumando a los dos que Maurice Closs lleva adelante del Poder Ejecutivo provincial, el monto de la deuda pública provincial se ha incrementado aproximadamente en 2.000 millones de pesos, a razón de 200 millones al año. Al analizar las leyes de presupuesto que aprobó la Cámara de Representantes en los últimos ejercicios se puede apreciar claramente que el déficit presupuestario se financia a través de la toma de más deuda.
Es por esa razón que les mienten en la cara a todos los misioneros. Este Gobierno y el anterior no supieron o no quisieron resolver el problema del endeudamiento. ¿De qué sirvieron los cinco años consecutivos de crecimiento económico al 8% y los millones y millones que remitió la Nación como nunca antes en la historia de la Provincia? La pobreza en Misiones afecta a más del 50% de sus habitantes, al tiempo que los misioneros perciben los salarios más bajos del país y pagan la energía más cara de toda la Argentina.
Estas administraciones, que gozaron de recursos como ninguna otra, han dejado en evidencia que no supieron ni saben gobernar, han hecho gala de una ineptitud sin precedentes y pasarán a la historia como las más corruptas de todos los tiempos.
Por ello, a pesar de que algunos funcionarios y oportunistas de turno repita hasta el hartazgo que “la Provincia no para de crecer” y que “las cuentas están ordenadas”, en Misiones persiste la emergencia económica (que permite que el Estado no pague sus deudas, aunque tengan sentencia judicial) y previsional (que impide el incremento de los haberes jubilatorios y de las pensiones), y para colmo, cuenta con la presión tributaria más alta del país.
Sería bueno que en vez de engañar con cifras falsas y culpar a quienes estuvieron en el pasado (muchos de los cuales permanecen en el Ejecutivo, pero con la camiseta renovadora), el Gobierno asuma los errores de su administración y se haga cargo de sus desaciertos; y con la verdad a la luz se avoque a la solución de los problemas de todos los habitantes de la provincia.
Senador Luís Viana, Presidente del Partido Justicialista Misiones
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En los últimos días, gracias a la aparición de una serie de artículos periodísticos, la deuda pública de la Provincia ha vuelto a ser objeto de discusión.
El gobernador Maurice Closs y varios de sus funcionarios cruzaron e intentaron replicar –con ingeniosos juegos de palabras y cifras arrojadas al viento- las informaciones circulantes en los medios que daban cuenta de un sostenido incremento de la deuda pública de Misiones durante los últimos años. La argumentación oficial, tan instalada mediáticamente, es siempre la misma: que tanto esta gestión como la anterior no han aumentado las deudas provinciales, y que toda esa "mochila de plomo" se generó en la década de los ’90. Sin embargo, la realidad indica otra cosa.
Durante los ocho años de gobierno de Carlos Rovira, sumando a los dos que Maurice Closs lleva adelante del Poder Ejecutivo provincial, el monto de la deuda pública provincial se ha incrementado aproximadamente en 2.000 millones de pesos, a razón de 200 millones al año. Al analizar las leyes de presupuesto que aprobó la Cámara de Representantes en los últimos ejercicios se puede apreciar claramente que el déficit presupuestario se financia a través de la toma de más deuda.
Es por esa razón que les mienten en la cara a todos los misioneros. Este Gobierno y el anterior no supieron o no quisieron resolver el problema del endeudamiento. ¿De qué sirvieron los cinco años consecutivos de crecimiento económico al 8% y los millones y millones que remitió la Nación como nunca antes en la historia de la Provincia? La pobreza en Misiones afecta a más del 50% de sus habitantes, al tiempo que los misioneros perciben los salarios más bajos del país y pagan la energía más cara de toda la Argentina.
Estas administraciones, que gozaron de recursos como ninguna otra, han dejado en evidencia que no supieron ni saben gobernar, han hecho gala de una ineptitud sin precedentes y pasarán a la historia como las más corruptas de todos los tiempos.
Por ello, a pesar de que algunos funcionarios y oportunistas de turno repita hasta el hartazgo que “la Provincia no para de crecer” y que “las cuentas están ordenadas”, en Misiones persiste la emergencia económica (que permite que el Estado no pague sus deudas, aunque tengan sentencia judicial) y previsional (que impide el incremento de los haberes jubilatorios y de las pensiones), y para colmo, cuenta con la presión tributaria más alta del país.
Sería bueno que en vez de engañar con cifras falsas y culpar a quienes estuvieron en el pasado (muchos de los cuales permanecen en el Ejecutivo, pero con la camiseta renovadora), el Gobierno asuma los errores de su administración y se haga cargo de sus desaciertos; y con la verdad a la luz se avoque a la solución de los problemas de todos los habitantes de la provincia.
Senador Luís Viana, Presidente del Partido Justicialista Misiones
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