Fiestas patronales por Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa


La comisión organizadora de la Capilla Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa hace saber a sus fieles que el día 26 de noviembre finaliza la novena y el viernes 27, bajo el lema “Madre llevanos al Corazón de Jesús” se celebrará el día de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en su sede, sito en Av. Eva Perón casi Almirante Brown de la Chacra 141 de Villa Cabello.


Programa:

Día 26/11/09 a las 19,30 hs. - María pilar de nuestra fe
Día 26/11/09 a las 20,30 hs. - Misa por los enfermos

Y el viernes 27 de noviembre se celebra el DIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA con la exposición del Santísimo Sacramento (todo el día)

08,00 hs. - Santa Misa
09,00 hs. - Bautismo
18,30 hs. - Procesión (salida desde la capilla)
19,30 hs. - Misa: presidida por el Obispo Juan Rubén Martínez
21,00 hs. - Cierre con una gran Peña familiar.

Las líneas de colectivos que llegan a la ch/ 141 de Villa Cabello de Posadas, son : - 7 - 26 y 27.
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27 de Noviembre
La Virgen de la Medalla Milagrosa
El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".
Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.
El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros. (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).



Historia de la Medalla Milagrosa


MARCO DOCTRINAL E HISTÓRICO

Dios es el único Creador y soberano Señor del cielo y de la tierra. A El solo debemos adorar y servir en sus tres personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El Hijo de Dios, es decir, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, sin dejar de ser Dios, se hizo hombre y murió y resucitó para traernos la salvación a nosotros.
Por otra parte la doctrina católica nos enseña que la Virgen María es una criatura lo mismo que cualquier persona humana. Y por ser una criatura no merece culto de adoración como si fuese una diosa.
La Virgen María es la más santa de todas las criaturas y por su bondad, por su amor, por su oración, es poderosísima ante el Señor en favor de nosotros sus hijos espirituales.
Por eso nosotros le profesamos devoción, amor, veneración y honor y le dirigimos nuestras súplicas llenos de confianza.
A veces sucede que, en medio del entusiasmo, del amor y de la confianza, algún devoto se dirige a la Virgen y dice a boca llena: ¡Yo te amo y te adoro, Virgen María!
En esos casos y en otros semejantes, la Iglesia, y las personas comprensivas y de buena voluntad, saben lo que se quiere decir con esa palabra de adoración y amablemente toleran y no condenan por ello.

NARRACIÓN COMPLETA DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA A SANTA CATALINA LABOURÈ
Aclaratoria
El Padre Juan María Aladel, misionero de los Padres Paúles, era el confesor de la Casa Noviciado de las Hijas de la Caridad en la calle Du Bac de París en 1830. Había 80 novicias, entre ellas Catalina Labouré. Ella le contó la aparición que tuvo de la Virgen Milagrosa el 27 de noviembre.
Once años más tarde, en 1841, cuando ya la Medalla Milagrosa era muy conocida, el Padre Aladel pidió por escrito a Santa Catalina la narración de la Aparición. Ella la envió en forma de carta. A continuación la copiamos con toda la fidelidad. Pero los títulos y las divisiones son nuestras.
Invocación
Hoy es la fiesta de la Asunción de María al cielo. Oh Reina, que estás sentada junto a Dios!, escucha favorablemente mis súplicas. Por tí misma y por tu mayor gloria te pido me ilumines y me des fuerza y valor para actuar en pro de tu mayor gloria.
Jesús, María, José. El 27 de noviembre de 1830, sábado anterior al primer domingo de Adviento, a las cinco y media de la tarde, después de los puntos de meditación, durante el gran silencio, es decir, algunos minutos después de los puntos de meditación, me pareció oír un ruido por la parte de la tribuna, junto al cuadro de San José, como el roce de un vestido de seda. Miré hacia aquel lado y ví a la santa Virgen a la altura del cuadro de san José.
Descripción de la Virgen de la Medalla Milagrosa
En aquel momento en que yo era y no era y gozaba no sé qué. se formó un cuadro un poco ovalado alrededor de la santa Virgen. En lo alto del cuadro estaban estas palabras: Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a tí. Estaban escritas en letras de oro. Entonces oí una voz que me dijo: Manda acuñar una medalla según este modelo; todas las personas que la lleven recibirán gracias grandes, si la llevan al cuello. Las gracias serán abundantes para los que la lleven con confianza...
Descripción del Reverso de la Medalla Milagrosa
Me pareció inmediatamente que el cuadro se volvía y vi el reverso de la Medalla. Inquieta por no saber qué había que poner en el reverso de la Medalla, después de mucha oración, un día en la meditación me pareció oír una voz que me decía: La letra M y los dos corazones dicen ya bastante... Luego, todo desapareció, como algo que se apaga, y yo quedé llena de no sé, de no sé qué, de buenos sentimientos, de gozo, de consuelo.

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