Por Walter Lara Correa
El 27/07/09 sufrí un trágico accidente en la Ruta Nacional N° 12, me encontraba camino a Iguazú. Yo circulaba junto a Matías y por esas vueltas del destino se sumaron el Sr. Raúl Olivera junto con su hijo Agustín.
Raúl, es policía y fue junto con su hijo a realizar un trámite a Posadas, no tenían pasaje de retorno y él debía llegar a su casa antes a las 19 hs. para ir a trabajar a la Comisaría 1 de Iguazú. En eso, nuestros caminos se cruzaron y decidimos acercarlos. EL viaje era súper placentero, íbamos hablando de la vida, les contábamos nuestro viaje, comíamos palitos con Agustín.
De repente, sin sentido, sin explicación, un vehículo se interpone en nuestro camino, se cruza de carril de manera inentendible -al menos para mí- y se produce el impacto. No es el motivo de esta carta, hacer referencia al choque, por eso no ahondare en detalles sobre la actitud irresponsable del otro conductor.
Lo dicho fue con el único propósito de que se entienda el antecedente que motiva esta carta de agradecimiento.
Como consecuencia de ese hecho quedé atrapado dentro del auto por más de tres horas. En ese tiempo, observe el trabajo incansable de los bomberos, de la policía y del juzgado actuante. Se hicieron presentes en el hecho el Sub Comisario Sosa, el Dr. Néstor Tuhay, la Sra. Patricia Buch, el intendente de una localidad cercana, no sé ni su nombre ni el de la ciudad, pero no olvido su actuar y su lucha para que yo sobreviviera. Además de esos nombres intervinieron sinfín de personas con un solo objetivo, ayudarme.
Gracias al trabajo de toda esa gente más una cantidad innumerable de anónimos, lograron rescatarme, debo asegurarles que la tarea era más que difícil, estaba súper atrapado, pero consiguieron mantenerme con vida. Todas esas personas saben que no tengo palabras para agradecer su actuar, su preocupación y su trabajo, gracias a ellos lograron rescatarme.
Una vez rescatado, vino la etapa de tratar las lesiones. Fui trasladado al Hospital de El Dorado, allí recibí excelente atención tanto de médicos, como de enfermeras.
Se me diagnostico fractura en cominutas de fémur y el cuidado de los traumatólogos fue espectacular, la primer curación es la que hoy hace que todavía tenga pierna, si no hubiera sido por ellos la recuperación que estoy haciendo ahora sería imposible. No se el nombre de ningún traumatólogo, sino lo pondría, sólo puedo decirles gracias.
Además recibí una inmejorable intervención por parte de dos cirujanos, uno era de Rafaela (no recuerdo su nombre) y el otro se llama Pablo, muchas gracias muchachos me salvaron el parpado y el oído.
La atención de enfermería fue genial, no se el nombre de todas, solo el de Dora, una fenómena que nos trato mil puntos y además nos acompaño en nuestro regreso a la ciudad donde vivimos. Porque ese fue otro tema, debía trasladarme desde EL Dorado hasta Buenos Aires, y ahí estuvo Dora, también estuvieron en mi corazón todos, los traumatólogos, Pablo y el otro médico de Rafaela, el sub comisario que se preocupo en todo momento por nuestra salud, Patricia que hasta el día de hoy me llama para preguntar por mi salud, los bomberos que lograron rescatarme, todos los policías que ayudaron en ese trabajo, el juzgado que se hizo presente para asegurarse que todo se cumpliera y esa persona que no se el nombre pero tuvo la honestidad de llevarme mi billetera y mis documentos al hospital.
Gracias a todos ustedes estoy vivo y luchando por volver a caminar, gracias a ustedes pude volver a ver a mis seres queridos.
En la actualidad, la estoy remando fui operado dos veces para tratar de recuperar la pierna, creo que esta fue la última y si Dios quiere en Marzo volveré a caminar, esto fue durísimo, pero la vamos pelando.
Por su parte Matías, está totalmente recuperado de las lesiones que sufriera.
Agustín, que es un nene hermoso, gracias a Dios no tuvo mayores inconvenientes físicos, pudo volver rápidamente al colegio y cuenta con todo el apoyo de su familia para estar mil puntos.
Raúl, quien a esta altura es un amigo, sufrió la fractura del brazo y también fractura de fémur, él está igual que yo, luchando en su Jardín América por volver a caminar. Se que pronto lo logrará le sobran agallas y este hecho desgraciado hizo que me cruce con un tipazo, con quien hablamos para darnos fuerzas mutuamente.
El objetivo de esta carta es hacerles saber al pueblo de Misiones la calidad humana de los profesionales que tienen en su provincia.
Vivimos una época en donde pareciera que nada vale la pena, que está todo mal, que todo es corrupción. Gente como la nombrada anteriormente y todas aquellas que ayudaron y que no están detalladas sólo por no saber su nombre, demuestran que otra realidad es posible, que en esas instituciones (Policía, Justicia, Hospitales, Bomberos) hay valores y sobre todo excelentes personas.
Deben estar orgullosos de lo que poseen, siempre sale en los medios lo malo pero esta vez, necesitaba emitir este acto con la finalidad de que salga algo bueno, salga la gente que trabaja, la que se preocupa, la que hacen posible creer en otra realidad, la que en definitiva hicieron que siga vivo.
Muchas gracias y lo bueno de este hecho, es que me cruce con personas que valen muchísimo la pena y que es justo que sea reconocidas.
Walter Lara Correa, DNI 27.592.892
El 27/07/09 sufrí un trágico accidente en la Ruta Nacional N° 12, me encontraba camino a Iguazú. Yo circulaba junto a Matías y por esas vueltas del destino se sumaron el Sr. Raúl Olivera junto con su hijo Agustín.
Raúl, es policía y fue junto con su hijo a realizar un trámite a Posadas, no tenían pasaje de retorno y él debía llegar a su casa antes a las 19 hs. para ir a trabajar a la Comisaría 1 de Iguazú. En eso, nuestros caminos se cruzaron y decidimos acercarlos. EL viaje era súper placentero, íbamos hablando de la vida, les contábamos nuestro viaje, comíamos palitos con Agustín.
De repente, sin sentido, sin explicación, un vehículo se interpone en nuestro camino, se cruza de carril de manera inentendible -al menos para mí- y se produce el impacto. No es el motivo de esta carta, hacer referencia al choque, por eso no ahondare en detalles sobre la actitud irresponsable del otro conductor.
Lo dicho fue con el único propósito de que se entienda el antecedente que motiva esta carta de agradecimiento.
Como consecuencia de ese hecho quedé atrapado dentro del auto por más de tres horas. En ese tiempo, observe el trabajo incansable de los bomberos, de la policía y del juzgado actuante. Se hicieron presentes en el hecho el Sub Comisario Sosa, el Dr. Néstor Tuhay, la Sra. Patricia Buch, el intendente de una localidad cercana, no sé ni su nombre ni el de la ciudad, pero no olvido su actuar y su lucha para que yo sobreviviera. Además de esos nombres intervinieron sinfín de personas con un solo objetivo, ayudarme.
Gracias al trabajo de toda esa gente más una cantidad innumerable de anónimos, lograron rescatarme, debo asegurarles que la tarea era más que difícil, estaba súper atrapado, pero consiguieron mantenerme con vida. Todas esas personas saben que no tengo palabras para agradecer su actuar, su preocupación y su trabajo, gracias a ellos lograron rescatarme.
Una vez rescatado, vino la etapa de tratar las lesiones. Fui trasladado al Hospital de El Dorado, allí recibí excelente atención tanto de médicos, como de enfermeras.
Se me diagnostico fractura en cominutas de fémur y el cuidado de los traumatólogos fue espectacular, la primer curación es la que hoy hace que todavía tenga pierna, si no hubiera sido por ellos la recuperación que estoy haciendo ahora sería imposible. No se el nombre de ningún traumatólogo, sino lo pondría, sólo puedo decirles gracias.
Además recibí una inmejorable intervención por parte de dos cirujanos, uno era de Rafaela (no recuerdo su nombre) y el otro se llama Pablo, muchas gracias muchachos me salvaron el parpado y el oído.
La atención de enfermería fue genial, no se el nombre de todas, solo el de Dora, una fenómena que nos trato mil puntos y además nos acompaño en nuestro regreso a la ciudad donde vivimos. Porque ese fue otro tema, debía trasladarme desde EL Dorado hasta Buenos Aires, y ahí estuvo Dora, también estuvieron en mi corazón todos, los traumatólogos, Pablo y el otro médico de Rafaela, el sub comisario que se preocupo en todo momento por nuestra salud, Patricia que hasta el día de hoy me llama para preguntar por mi salud, los bomberos que lograron rescatarme, todos los policías que ayudaron en ese trabajo, el juzgado que se hizo presente para asegurarse que todo se cumpliera y esa persona que no se el nombre pero tuvo la honestidad de llevarme mi billetera y mis documentos al hospital.
Gracias a todos ustedes estoy vivo y luchando por volver a caminar, gracias a ustedes pude volver a ver a mis seres queridos.
En la actualidad, la estoy remando fui operado dos veces para tratar de recuperar la pierna, creo que esta fue la última y si Dios quiere en Marzo volveré a caminar, esto fue durísimo, pero la vamos pelando.
Por su parte Matías, está totalmente recuperado de las lesiones que sufriera.
Agustín, que es un nene hermoso, gracias a Dios no tuvo mayores inconvenientes físicos, pudo volver rápidamente al colegio y cuenta con todo el apoyo de su familia para estar mil puntos.
Raúl, quien a esta altura es un amigo, sufrió la fractura del brazo y también fractura de fémur, él está igual que yo, luchando en su Jardín América por volver a caminar. Se que pronto lo logrará le sobran agallas y este hecho desgraciado hizo que me cruce con un tipazo, con quien hablamos para darnos fuerzas mutuamente.
El objetivo de esta carta es hacerles saber al pueblo de Misiones la calidad humana de los profesionales que tienen en su provincia.
Vivimos una época en donde pareciera que nada vale la pena, que está todo mal, que todo es corrupción. Gente como la nombrada anteriormente y todas aquellas que ayudaron y que no están detalladas sólo por no saber su nombre, demuestran que otra realidad es posible, que en esas instituciones (Policía, Justicia, Hospitales, Bomberos) hay valores y sobre todo excelentes personas.
Deben estar orgullosos de lo que poseen, siempre sale en los medios lo malo pero esta vez, necesitaba emitir este acto con la finalidad de que salga algo bueno, salga la gente que trabaja, la que se preocupa, la que hacen posible creer en otra realidad, la que en definitiva hicieron que siga vivo.
Muchas gracias y lo bueno de este hecho, es que me cruce con personas que valen muchísimo la pena y que es justo que sea reconocidas.
Walter Lara Correa, DNI 27.592.892
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